Otra vez te vi boquita de mieles
y otra vez la sangre me golpeo en las sienes
y otra vez ansié todo lo que tienes.
Tus ojos de noche, tus manos de rosa
tu cuerpo de bronce, tus senos de Diosa
tus labios ardientes, tu piel olorosa.
No sé si es preciso vivir de los sueños
aunque nuestras vidas tengan ya otros dueños
y aunque en tu silencio jueguen tus pequeños.
No sé si es honesto que yo te haga versos
si los dos tenemos destinos diversos
si los dos andamos caminos adversos.
En noches sin calma y en noches serenas
siempre me acuerdo de tu piel morena
y siempre me embarga una inmensa pena.
Pena de quererte sin que seas mía
pena de que tengas mirada vacía
pena de que vivas sin una alegría
No sé porque ahora me ves con enojos
como si yo fuera el que supo, y puso abrojos
en tus bellas manos, en tus grandes ojos.
Si a bien yo quiero para ti otros días
que pronto se cumpla todo lo que ansias
y al pasar el tiempo otra vez sonrías.
Otra vez te vi boquita de mieles
y otra vez la sangre me golpeo en las sienes
y otra vez ansié todo lo que tienes.